La certificación en el sector de la alimentación permite a las empresas demostrar su capacidad para identificar, prevenir y controlar cualquier agente químico, físico o biológico que pueda contaminar los alimentos, adecuándose así a las exigencias tanto de los clientes como de la legislación nacional e internacional, basándose en los principios del Codex Alimentarius.
Normas aplicables: